El Mosquito Tigre, un mosquito exótico.

El mosquito tigre es un mosquito exótico y por lo tanto importado que actualmente se localiza en muchos países de todo el mundo.

En España desde 2004 el mosquito tigre (Aedes albopictus) ha ido extendiéndose por el este peninsular, habiéndose determinado su presencia en distintos municipios de la Comunitat Valenciana. Hoy en día su expansión todavía continua, estableciéndose casa vez en provincias del interior peninsular.

La importancia del mosquito tigre: la transmisión de enfermedades.

La importancia de este mosquito no solo radica en las molestias que ocasiona por su picadura, sino también en su interés sanitario como vector, es decir su capacidad potencial para transmitir ciertas enfermedades como la fiebre por Chikunguña, dengue o la enfermedad por Virus Zika. Este insecto posee dos fases bien diferenciadas para completar su ciclo biológico, la fase inmadura o larvaria que se desarrolla en pequeñas acumulaciones estancadas de agua y la fase adulta donde el mosquito tiene capacidad de vuelo y reproducción.

Es en la fase adulta donde se desarrollan todos los problemas de picaduras o de posible transmisión de enfermedades, producidas por la hembra que requiere la ingesta de sangre para la maduración de sus huevos. No obstante la lucha contra este mosquito se debe centrar en la fase larvaria ya que se podrá realizar con carácter preventivo y con una mayor efectividad.

Comportamiento y hábitos del mosquito tigre

Por su comportamiento y hábitos originarios, el mosquito tigre utiliza los ambientes urbanos como nicho ecológico para su establecimiento, encontrando fundamentalmente en áreas privativas (jarrones, tiestos, enseres, fuentes, desagües, …) la mayor parte de los criaderos larvarios, también en imbornales y fuentes públicas.

Presenta actividad desde finales de la primavera hasta bien entrado el otoño, variando significativamente según los periodos de lluvia y las temperaturas mínimas nocturnas, iniciando su aparición cuando éstas no bajan de los 14-15º C. Durante su periodo de actividad, el mosquito busca las zonas más húmedas posibles y protegidas del Sol, encontrando adultos entre la vegetación, setos, pozos, arquetas, etc… saliendo a picar durante las horas de menor insolación (primeras horas de la mañana o final de la tarde).

Un insecto muy cercano a nuestras viviendas

Para lucha contra esta plaga, habida cuenta se trata de un insecto muy cercano a nuestras viviendas y que la lucha debe dirigirse sobre los criaderos larvarios, es imprescindible la colaboración ciudadana para en primer lugar inspeccionar, retirar o desecar cualquier punto de acumulación de agua en sus propiedades, sobretodo las periodos de lluvia.

Cuando no se puedan eliminar las acumulaciones se puede hacer uso de tratamientos con lejía, aplicando unas pequeñas gotas en registros, arquetas o desagües donde no ha sido posible retirar el agua acumulada. También a nivel municipal, los consistorios deben acometer tratamiento preventivos y de vigilancia en el entorno urbano, realizando tratamientos en los imbornales públicos que acumulan o pueden acumular agua, complementando estas acciones con labores de información y concienciación ciudadana. Además del control larvario, ante la imposibilidad de llegar a todos los puntos de cría que esta especie puede encontrar, es necesario establecer pautas particulares que eviten o minimicen las molestias ocasionadas, tales como:

• Gestionar el uso del agua en las zonas de riego para evitar encharcamientos
• Aplicar repelentes cutáneos autorizados en los momentos de acceso a zonas ajardinadas
• Utilizar insecticidas domésticos tipo aerosoles o líquidos para pulverizar, aplicados en la vegetación exterior