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Química sexual entre mosquitos.

La complicada vida sexual de los mosquitos hembra Aedes aegypti

El mosquito se aparea una sola vez, en segundos y mientras vuela.

El comportamiento sexual de las hembras de mosquito Aedes aegypti roza lo imposible: se aparea una sola vez, en segundos y volando, con un único macho afortunado.  Almacena suficientes espermatozoides de ese único encuentro para depositar más de 500 huevos, que nutre con la sangre de los huéspedes humanos. Una proteína transmitida durante el apareamiento podría aportar nuevas estrategias de control de esta plaga y las enfermedades que transmite.

Investigadores de la Universidad Rockefeller de Nueva York han descubierto recientemente que una proteína, transmitida por los mosquitos macho a las hembras durante el apareamiento, tiene un papel clave en las inclinaciones sexuales de las hembras. Y que este hecho, podría aportar nuevas estrategias para controlar la preocupante actividad vectorial de esta especie.

El estudio investigaba inicialmente los comportamientos de búsqueda de hospedadores en las hembras de Aedes Aegypti, y más concretamente el papel en estos comportamientos de una pequeña molécula llamada HP-I, que estudios previos ya habían determinado que es producida por los machos de la especie y transmitida a las hembras durante el apareamiento, en las que permanece tan sólo durante dos horas.

Sin embargo la investigación otros estudios que sugerían que la proteína HP-I suprime el impulso de las hembras de buscar huéspedes humanos. Tras aparear machos y hembras, incluidos mosquitos mutantes modificados genéticamente para no producir la HP-I y mosquitos salvajes. Tras permitir que se aparearan en diversas combinaciones, se buscaron posibles cambios en el comportamiento de búsqueda de huéspedes de las hembras. Pero sin importar con quien se habían apareado, las hembras se mantuvieron igual de interesadas en encontrar algún humano a quien picar.

La química sexual de los mosquitos parece ocultar todavía muchos misterios, ya que, transcurridas 24 horas después de los apareamientos, incluso las hembras habían copulado con machos no productores de proteina HP-I rechazaron a otras parejas.  Lo que sugiere que otras sustancias químicas transmitidas por el macho son responsables de influir en el comportamiento femenino a largo plazo.

Leer la noticia completa sobre la hembra del mosquito Aedes Aegypti, aquí

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