A pesar de que todas las botellas  habían sido  lavadas  muy bien  antes de rellenarlas  con líquidos de lo más variado: agua, zumos, bebidas cola, batidos, etc., las bacterias crecieron sin parar y eran del tipo que provocan  intoxicación alimentaria acompañada por  náuseas, vómitos y diarrea. Eso se debe a que  los envases tienen grietas y ondulaciones, en los que se pueden acumular gérmenes y esa es la razón por la que resulta casi imposible limpiarlos de forma exhaustiva.

Ante la pregunta de por qué rellenaban las botellas, muchos de los estudiantes respondieron que no querían llenar los vertederos de botellas de plástico. La respuesta de los científicos fue que reutilizando las botellas no ayudaban al Medio Ambiente, ya que a la hora de lavarlas, usaban jabones que contaminan y emplean recursos naturales, como el agua.  

El consejo que les dieron fue utilizar envases de metal sin ondulaciones y lavables, evitar la compra de botellas de plástico y si las tenían, depositarlas cuidadosamente en  los puntos de  reciclaje.

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