La convivencia con algunos insectos puede ser beneficiosa para el ser humano.
Algunos de ellos como los artrópodos dispersan microorganismos que nos resultan perjudiciales.
Debajo del sofá puede haber una lucha a vida o muerte entre cientos de bichos..
De "diseño " delicado, minúsculo y de tamaño casi imperceptible, estas criaturas son capaces de sobrevivir en casi cualquier lugar de la Tierra.
Por mucho que el ser humano intenta exterminarlos, aplastándolos, fumigando, etc, siguen conviviendo con el hombre y se han convertido en unos vecinos muy indeseables.
Habitan sitios insospechados dentro de nuestro hogar, los puedes encontrar detrás de la nevera, en los huecos de los azulejos de los baños, en las alfombras del salón...
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Podríamos pensar que estamos a salvo dentro de nuestros hogares, pero nunca nos imaginaríamos que estos pequeños cohabitantes nos acompañan a diario y forman parte de nuestra vida. Numerosos estudios intentan comprender cómo afecta este hecho a nuestra salud física y mental y llegan a la conclusión que esta "convivencia" no necesariamente ha de ser negativa.
Cada vez más evidencias sugieren que algunas dolencias modernas están conectadas a la exposición a una diversidad biológica mayor, particularmente de microorganismos, y sabemos que los insectos juegan un papel en dispersarlos y albergarlos.
Los más aprensivos no se quedarán muy tranquilos con lo siguiente. Según estos científicos la limpieza no tiene un papel muy importante en la diversidad de los animales: solo afecta a la presencia de los fólcidos, las clásicas arañas de patas largas que viven inofensivamente detrás de los muebles o en el techo. La limpieza y el orden dificultan mucho su presencia, pero no la de otros.